lunes, 21 de enero de 2013

Dragones, Hogwarts y el Ratoncito Pérez

Si mi hermano me pregunta por qué alguien ha matado a 20 niños en EEUU, ¿qué le digo? ¿Qué hay muchos locos sueltos? ¿Le hablo también de por qué la gente se suicida? ¿Le tengo que contar que la gente mata por dinero? No puedo, soy incapaz. En realidad, no sé cómo hacerlo. Prefiero decirle que aquí estás cosas no pasan, que vivimos lejos de todo lo malo. Sí, le miento, le dibujo un mundo diferente, irreal, uno más bonito, uno más seguro. Uno en el que los superhéroes luchan contra el mal, los angelitos protegen a los niños y la magia los rodea.

Viven en su propia burbuja, protegidos. Demasiado quizá, no voy a negarlo. Pero creo que tienen derecho a la inocencia, a la ingenuidad ¿no? ¿Cómo quitarles eso cuando sabemos qué viene después? La realidad de repente te golpea y sin saber cómo, tu burbuja explota y te das contra el suelo. Y os aseguro que la caída no es nada agradable.

Por mí que crean en dragones, en Hogwarts y en el Ratoncito Pérez,  que sueñen lo que les dé la gana, y que sean felices como nunca más lo serán. No les neguemos eso, a ellos no. Que vivan sin miedos, sin culpa, porque aún no han hecho nada malo.



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