RIMA
LXXX
Aire
que besa, corazón que llora,
Águila del dolor y la pasión,
Cruz resignada, alma que perdona...
Eso soy yo.
Serpiente del amor, risa traidora,
Verdugo del ensueño y de la luz,
Perfumado puñal, beso enconado...
Eso eres tú.
Águila del dolor y la pasión,
Cruz resignada, alma que perdona...
Eso soy yo.
Serpiente del amor, risa traidora,
Verdugo del ensueño y de la luz,
Perfumado puñal, beso enconado...
Eso eres tú.
RIMA
LXXXIII
Solitario,
triste y mudo
Hállase aquel cementerio;
Sus habitantes no lloran...
¡Qué felices son los muertos!
Hállase aquel cementerio;
Sus habitantes no lloran...
¡Qué felices son los muertos!
RIMA
VXXXIII
Es
el alba una sombra
De tu sonrisa,
Y un rayo de tus ojos
La luz del día;
Pero tu alma
Es la noche de invierno,
Negra y helada.
De tu sonrisa,
Y un rayo de tus ojos
La luz del día;
Pero tu alma
Es la noche de invierno,
Negra y helada.
RIMA
XCIV
Podrá
nublarse el sol eternamente,
Podrá secarse en un instante el mar,
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón,
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Podrá secarse en un instante el mar,
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón,
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
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